Cumbres

La difusa luz de un día nublado
aumenta el esplendor del paisaje
a la llegada a la cumbre.



Esas violentas fuerzas que
levantaron las montañas;
esas que forjaron lenta pero
inexorablemente estos valles,
parece que acunaran mi alma
en ese instante.
Respiro despacio, en silencio
como no queriendo despertar
a un gigante que duerme.




Hace frío. Descendemos buscando
un collado que nos conduzca ahí,
a ese camino que serpentea en
el fondo, acompañando al río
camino a casa.