Café

Café en tus labios,
ardientes sabores,
intensos aromas,
profundos recuerdos,
amargos silencios,
complices miradas.

Labios ardientes,
sabores intensos,
aromas profundos,
recuerdos amargos,
silencios complices,
miradas...

Juegos de manos
en la penumbra de
aquel café.

Jaque

No muestra dolor
su rostro de piedra;
el alma se quiebra
en su interior.

Roto su corazón,
para no abandonar
la partida
busco una razón.

Perdida la dama,
se enroca sumiso
en su cama.

Tal vez mañana
un jaque al amor
sea su jugada.

Se enamoraba...

Se enamoró la niña.
Se enamoraba.
Por ser dura fué frágil.
Creyó que el amor era calma.
Se enamoraba.
Creyó que él era sincero;
que la extrañaba.
Se enamoraba.
que su amor era puro;
que con sus ojos soñaba.
Se enamoraba.
que su risa era fuego;
que su pasión colmaba.
Se enamoraba.
(Ella soñó contigo.
Tu soñaste con otra.)
Se enamoró la niña.
se equivocaba.



Esta es la que se ve mal en MS IE.


Fotografía de Lacrizti tomada por Celemin

Llueve.

Se precipitan silenciosas unas
gotas a través de las ramas de
las acacias. El agua diluye y
difunde en el aire ese aroma
tan recursivamente evocador.
Nuestra memoria retrocede en el
tiempo pasando por los innumerables
instantes en los que ha percibido
este perfume, hasta perderse en
la niñez sin encontrar el primero.
Es ese instante de angustia en el que se
rompe el bucle y retornamos al camino.

Llueve...





fotografía...