Duende

Hace tiempo que el duende de la soledad
entró por la puerta de atrás,
que cuando pronuncio tu nombre
ya nadie responde.
Con el brilo de tus ojos me embriagué
hasta perder el sentido.
Sin haberme dormido, desperté
de la pesadilla de no tenerte conmigo.
Hace tiempo que el duende de la navidad
salió por la puerta sin más.
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